Bajo las circunstancias actuales donde la situación nos ha llevado a cambiar nuestros hábitos y estilos de vida, es cuando debemos ocuparnos del activo más importante “Nuestro cuerpo” pero desafortunadamente nos encontramos frente a una condición que nos absorbe y que se hace llamar “estrés” y bajo este criterio, nuestro cuerpo ha perdido la capacidad de adaptarse a un estímulo externo o interno.
Te has preguntado ¿Cuál es la calidad de los alimentos que has consumido hasta hoy?
El estrés desencadena múltiples enfermedades, enfermedades autoinmunes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras que se manifiestan con problemas de tipo intestinal, problemas en la tiroides y condiciones que afectan el cuerpo físico tales como: la fatiga crónica, la fibromialgia, las crisis de pánico, la ansiedad, y muchas formas de depresión que se dan a causa de la falta de adaptación al estrés crónico dado que día a día no alimentamos ni nutrimos el estrés percibido con buenas formas de pensamientos y buenas decisiones que traigan bienestar a nuestra vida.
Nuestro cuerpo, mental, físico y energético, está en la capacidad de controlar el entorno a través de la modificación de las creencias, visiones y percepciones del mundo.
Si cambias tus pensamientos, cambia tu biología.