A todos nos ha pasado que sentimos iniciativa de preparar nuestros alimentos, pero en el transcurso de la semana nos sentimos agotados por el trabajo, por las actividades o simplemente porque no tenemos ganas de cocinar y empezamos a improvisar con lo que tenemos en la casa, en la despensa, en la nevera o simplemente pedimos un domicilio
La idea es preparar y almacenar las comidas a granel y luego colocarlas en recipientes, en la nevera o en el congelador para prepararla o regenerarla así cuando llegue la hora de comer, preparar la comida es cómodo y eficaz y disminuye la tentación de comer por fuera. No siempre es posible cocinar todos los días. Por ello, optar por recibir los alimentos en casa, así como prepararlos, te permite seguir comiendo sin tener que pensar en qué preparar cada día.
Cuando decidas preparar los alimentos, ten en cuenta la nutrición funcional. Gran parte de la nutrición tradicional es de talla única y no tiene en cuenta nuestras necesidades bioindividuales y nuestro estilo de vida. La nutrición funcional tiene en cuenta todos los aspectos de nuestra vida y se centra en el panorama general, no solo si un alimento se considera bueno o malo para ti.
Al elegir qué alimentos preparar para tus comidas, ten en cuenta las necesidades y deseos únicos. Que una receta diga que es buena para ti no significa que sí lo sea. Los alimentos funcionales son todos aquellos que ofrecen beneficios para la salud más allá del valor calórico.
Además de frutas y verduras ricas en nutrientes, otros alimentos funcionales incluyen ingredientes que contienen probióticos, vitaminas, minerales y fibra.
Ahora sí, los cuatro consejos para preparar tus comidas en casa o recibirlos de un restaurante
El primer paso para preparar las comidas con éxito es planificar lo que se van a comer.
Puedes tardar más o menos una hora en programar las comidas de la semana. Divide el día en las comidas que vas a preparar y algunos snacks saludables.
Asegúrate de incluir cereales integrales, verduras de hoja verde, grasas saludables, fibra y proteínas saciantes y muchas especies que pueden dar sabor.
Comprar de forma inteligente. Preparar o pedir las comidas puede parecer costoso, pero en realidad es muy rentable. Si, por ejemplo, compras una manzana todos los días en el supermercado, puede costar entre $2.000 a $3.000 pesos cada una, mientras que si compras una bolsa puede costar de $4.000 a $5.000 y traer todas las manzanas necesarias para tu semana.
Elige un día y hora de la semana dedicado a la preparación o a recibir las comidas preparadas. Busca un día en el que tengas tiempo para preparar la comida de la semana, dedica unas horas a preparar y cocinar. Puede ser cualquier día de la semana, pero la mayoría de las personas optan por los domingos antes de la semana laboral.
Se debe comprar recipientes que resistan los detergentes, el lavavajillas o que en general sean fáciles de limpiar. Puedes encontrar fácilmente recipientes que incluyan tapas con válvula para extraer el aire o que sean herméticos.
Los recipientes de vidrio son preferibles a los de plástico, ya que tienen más resistencia en el lavavajillas y son aptos para microondas.
Al final, programar tu menú semanal no debe sentirse como una carga, sino como una oportunidad para cuidar de ti mismo, ahorrar tiempo y energía a lo largo de la semana. Si bien es importante seguir el plan, también debes mantener la flexibilidad para adaptarte a cambios. A veces, lo que habías planificado puede no ser lo que más te apetece, y está bien. Lo importante es que, con la planificación, tendrás opciones saludables y listas para disfrutar en cualquier momento.
Te invito a descargar el planeador semanal totalmente gratis, recuerda que cada paso que des hacia una alimentación organizada y balanceada es un paso más cerca de mejorar tu bienestar. ¡Así que prepárate, organízate y disfruta de una semana llena de energía y nutrición!
Lina Ríos
Ingeniera de Alimentos
Especialista en Nutrición Funcional y Salud Integrativa.